Mantened la fuerza mental y la unidad para afrontar los desastres

Mensaje de Amma en el primer aniversario de la tragedia del Tsunami.
26 de diciembre de 2005

La vida se torna plena cuando la humanidad y la naturaleza avanzan unidas en armonía. Cuando la melodía y el ritmo se complementan, la música resulta bella y placentera. De igual modo, cuando las personas viven de acuerdo con las leyes de la naturaleza, la música de la vida se vuelve melodiosa.

Existe un orden en todo el cosmos. Todo sigue un ritmo: el viento, la lluvia, las olas, nuestro respirar o el latir del corazón. De forma parecida, existe un ritmo en la vida. Cuando el ritmo de nuestros pensamientos se pierde, se refleja en nuestras acciones y dejamos de ir acompasados con el ritmo de la vida.


El ritmo de la Naturaleza depende de la humanidad. Es necesario mantener el ritmo de la mente y el cuerpo por el bien de nuestra salud, de nuestro tiempo de vida, por el bien de la humanidad y de la Naturaleza. Sin embargo, este ritmo se está perdiendo. Esto se refleja en la Naturaleza y en la sociedad a través de desastres como el tsunami.

La muerte forma parte de la vida. Todos nosotros tendremos que afrontarla un día u otro. Lo importante no es cómo vamos a morir, sino cómo vivimos. Dios nos ha dado libertad para reír o llorar. Aunque estemos completamente rodeados por la oscuridad, debemos mantener encendida nuestra luz interior. Aunque no podamos eliminar completamente el sufrimiento de los demás, debemos compartirlos para reducirlos. Cuando consolamos a los demás con nuestra sonrisa o palabras de afecto, nuestra capacidad de bondad no disminuye, sino que aumenta. Hasta la persona más pobre posee la ilimitada riqueza de la bondad. Así como el agua de un manantial perenne nuca se seca por mucho que bebamos de él, cuanta más bondad ofrezcamos, mayor será ésta.

Porque se hayan ido nuestros seres queridos, eso no significa que tengamos que estar siempre apenados. Nuestras Escrituras se refieren a la muerte como un paso a una nueva vida. Es como la pausa que sigue al acabar una frase. No sólo los seres queridos o cercanos han rezado por la paz de las almas que han partido, sino también muchos hijos de todo el mundo. Estas plegarias nunca se perderán. Si pensáis en ello, hijos míos, obtendréis mucha más fuerza. Rezad a Dios para que estas almas que han partido alcancen una vida superior.

Los desastres naturales no están bajo nuestro control. No importa lo avanzados que estemos tecnológicamente, nunca seremos capaces de evitar que esos desastres se produzcan. Pero al ver como vosotros, hijos, os crecéis y afrontáis estos obstáculos con fuerza y unidad, Amma rebosa de esperanza. Si somos capaces de mantener esta fuerza mental y unidad, estaremos preparando el camino para un futuro brillante. No basta con que tengáis, vosotros hijos, nuevas casas, también debéis tener una visión de la vida, construida sobre unos fuertes cimientos espirituales.

Que las heridas causadas por el tsunami en mis hijos curen rápidamente. Amma pide al Paramatman (Ser Supremo) que las vidas de todos los afectados por el tsunami florezcan de nuevo y se llenen de paz y felicidad.

Amma.

Sitio Oficial de Amma

www.ammachile.cl

Publicado en DISCURSOS, MENTE, PAZ, REFLEXIONES.

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