viaje sin igual

salto al infinito

Me entrego entero a la experiencia
… cuando la tristeza me consume
… cuando la alegría me deja volar
comprendiendo que toda condición es parte de este viaje espiritual.

Así la vida nos enseña, nos enrostra la necesidad del cambio.
Todo muta en ciclos vertiginosos, caleidoscópicos
y la fuerza, la entereza, es cosa que debemos adiestrar
para hacerle frente a lo que duele, a lo que pena,
a ese tránsito que agota y que no desearíamos caminar.

Es ahí cuando la vida pide pruebas de que queremos viajar en ella.
Sin cadenas, sin pandemias que consigan al alma aquietar para mal
asegurando olvidar que este viaje, en cada instante, hay que aprovechar
para descubrir muy de adentro esa novedad bondadosa que hará bien de aprender,
y compartir para que muchos tengan parte en este viaje sin igual.

Publicado en 2006, POESÍA, REFLEXIONES y etiquetado .

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