pachacútec

el que cambia el rumbo de la tierra
PACHACÚTEC

… nombró el silencio …
el que cambia el rumbo de la tierra

Cuentan las crónicas que el Inca Pachacutec era un rey sabio, que gobernaba a su pueblo con justicia, era un hombre que sabía además extraer lecciones de la vida y de las experiencias. En cierta ocasión en que visitaba una ciudad de su vasto territorio, se tropezó con una escena que le sobrecogió vivamente: un animal de los que abundan en aquellas regiones andinas, especie de zorro con algo de perro-lobo, había caído en una ciénaga, de la que con denodados esfuerzos intentaba salir. El inca, que era un hombre piadoso para con el sufrimiento ajeno, detuvo su comitiva, se inclinó ante el cánido en apuros y le ofreció su brazo para que pudiera agarrarse, pero en lugar de hacerlo, tras mostrar sus afilados dientes, mordió ferozmente el brazo del inca, que intentaba salvarle. La reacción del animal indignó a los cortesanos, siempre tan obsecuentes con quien tiene el mando y rápidamente, se aprestaron a matarlo allí mismo. Pero una vez más, la sabiduría de Pachacutec, de la que tantos ejemplos quedaron reseñados, supo ver más allá de las apariencias y detuvo aquellas manos vengadoras de sus súbditos. «No lo hagáis – dijo mientras alguien curaba sus heridas -, pues ha reaccionado igual que los pueblos que están sometidos a la tiranía y la explotación, acostumbrados a recibir nada más que injusticias y castigos de quienes los gobiernan, no saben reconocer al principio el trato justo que aliviará sus males. Pero con un poco de paciencia y perseverancia hay que mostrarles que les ha llegado la hora de la liberación».

Publicado en REFLEXIONES.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *