Resucita el Cristo en ti

conciencia cristica

Bajen al Cristo de esa cruz
¿acaso no se dan cuenta?
Rinden pleitesía al ritual de sangre
contrario al mensaje promovido por este Ser a quien dieron muerte,
los mismos que luego le usan para su oscuro culto.

Quizás ya ni se percaten,
aquel que recriminó a los comerciantes que en el templo vendían animales para los sacrificios de sangre con que “liberaban sus culpas”, fue el manso cordero sacrificado por los cultores de la muerte.

Aquel que proclamó el Amor,
valor tan poderoso como para trascender incluso la muerte,
según la versión que nos presentó,
hoy se exhibe sobre los altares que delatan el legado de una iglesia creada por el poder para diluir el mensaje de liberación.*

Si hubiese ocurrido en otro tiempo, los templos de cemento podrían muy bien ostentar una orca, pistola, una silla eléctrica.
Pero portan una cruz, castigo ejemplar para señalar la desventura a todo aquel que osará contradecir el ‘status quo’ de un mundo regido por un régimen tiránico.

Saquen al Cristo de los dominios de la muerte… sus demonios del temor.
Saquen su atención de los altares del Anti Cristo.
De todo lo que contradiga al Amor en su Poder.

Cada quien intente encarnar el Espíritu de Aquel,
como el de otros tantos santos,
que han venido a dirigir nuestra atención, nuestra consciencia,
hacia la naturaleza que sostiene toda Vida,
con la que hemos vivido en conflicto al verle como distinto en nuestra ignorancia.

El Espíritu se haga carne…
Cristalícese la divinidad en nuestra animalidad.
Se haga clara, fuerte y radiante la energía fuente
— Padre·Madre —
que habita en todo
dotándole de Alma y oportunidad en el tiempo.

La libertad de Cristo Maestro
sea revisada por todo Corazón Atento
sea imitada y comprendida
para que la Fé vuelva a tener la fuerza del conocimiento hecho práctica.
y la Vida se experimente en todo su Poder.

Resucita el Espíritu en cada uno al sintonizarnos con el Orden Superior
– Armonía Natural –
de la Creación.

El Paraíso fue perdido entre los cuentos que hemos dado por hecho.
Ni pecadores ni culpables, mas si siempre poderosos en la posibilidad de corregir nuestra participación en el Misterio.
Tú integridad el Templo.
Tus paisajes el Santuario.
Tus silencios consagrados recordarán lo que el ruido ha olvidado en su ansiedad.

∴ Paz, Amor y Realización a todos los Seres.

* Constantino, el mismo que expuso a los cristianos crucificados a la entrada de Roma, para amedrentar a todo quien siguiera las enseñanzas, luego de ver que no conseguía su cometido, decide adquirir el credo para sus intereses imperialistas. Luego, tampoco fundo una iglesia centrada en Cristo y su mensaje, llamando a su versión Iglesia Católica Apostólica Romana, y con tan evidente sentido de propiedad, además declaro la legitimidad de unos textos por sobre otros. Y bueno, así siguió la historia de sangre hasta nuestros días.

Publicado en 2014, REFLEXIONES, Soluno y etiquetado .

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