El hombre sabio…

lao tzepor Lao Tsé (570 A.C. – 490 A.C.), filósofo chino considerado el fundador del taoísmo.

El sabio se mantiene alejado de la rivalidad, de la codicia y de la confusión producida por los deseos.

El sabio es feliz al vivir, es bondadoso y armoniza con todos, es sincero al hablar, equilibrado y recto en el trabajo y en la vida. Cuando acaba su obra, se retira oportunamente, su respiración es fresca como la de un niño, y busca siempre beneficiar a los hombres.

El sabio es difícil de comprender, es cauteloso como quien atraviesa un río en invierno, prudente como quien tiene enemigos, reservado como el huésped de una casa, sencillo como la madera, tranquilo como un valle y profundo como las aguas de un lago.

El sabio posee poco porque se ha olvidado de las cosas, su presencia es modelo para todos los hombres. No se muestra, por eso resplandece, no se vanagloria, por eso sobresale, no se exalta, por eso merece elogio, es humilde y se mantiene íntegro. Permanece independiente, aunque viva rodeado de gloria y esplendor nunca pierde la paz.

El sabio no es impetuoso, y nunca pierde el dominio de sí mismo.

El sabio no ofende a nadie, y nunca halla motivo para rechazar a nadie.

El sabio es aquel que se conoce a sí mismo, que quiere conquistarse a sí mismo, más que conquistar a otros.

El sabio, contemplado, no parece digno de ser mirado, oyéndolo, no parece digno de ser escuchado, sin embargo, contiene en sí todas las virtudes.

El sabio parece que no hace nada y, sin embargo, nada queda sin realizar.

El sabio hace del corazón de los demás el suyo propio. Con el bueno obra de forma buena, con el malo obra de buena forma.

El sabio se parece a un niño, nada ni nadie le daña.

El sabio se da cuenta de las cosas que para los demás pasan inadvertidas, y estima por igual las grandes y las pequeñas.

El sabio no combate, mas siempre vence, y no teme a la muerte.

El sabio es, en fin, quien está en armonía con la naturaleza.

Visto en … aprendiz de Brujo

Los Principios Sufi

Sufi

Distinta es la actitud frente a la vida y a las cosas cuando la revelación interna hiere como el rayo.Siguiendo los pasos lentamente, meditando lo dicho y lo por decir aún, puedes convertir el sin-sentido en sentido. No es indiferente lo que hagas con tu vida. Tu vida, sometida a leyes, está expuesta ante posibilidades a escoger. Yo no te hablo de libertad. Te hablo de liberación, de movimiento, de proceso. No te hablo de libertad como algo quieto, sino de liberarse paso a paso como se va liberando del necesario camino recorrido el que se acerca a su ciudad. Entonces, “lo que se debe hacer” no depende de una moral lejana, incomprensible y convencional, sino de leyes: leyes de vida, de luz, de evolución.

He aquí los llamados “Principios” que te pueden ayudar en la búsqueda de la unidad interior.

  1. Ir contra la evolución de las cosas es ir contra uno mismo.
  2. Cuando fuerzas algo hacia un fin produces lo contrario.
  3. No te opongas a una gran fuerza. Retrocede hasta que aquella se debilite, entonces avanza con resolución.
  4. Las cosas están bien cuando marchan en conjunto, no aisladamente.
  5. Si para tí están bien el día y la noche, el verano y el invierno, has superado las contradicciones.
  6. Si persigues el placer te encadenas al sufrimiento. Pero, en tanto no perjudiques tu salud, goza sin inhibición cuando la oportunidad se presente.
  7. Si persigues un fin, te encadenas. Si todo lo que haces lo realizas como si fuera un fin en sí mismo, te liberas.
  8. Harás desaparecer tus conflictos cuando los entiendas en su última raíz, no cuando quieras resolverlos.
  9. Cuando perjudicas a los demás quedas encadenado. Pero si no perjudicas a otros puedes hacer cuanto quieras con libertad.
  10. Cuando tratas a los demás como quieres que te traten, te liberas.
  11. No importa en qué bando te hayan puesto los acontecimientos, lo que importa es que comprendas que tú no has elegido ningún bando.
  12. Los actos contradictorios o unitivos se acumulan en ti. Si repites tus actos de unidad interna ya nada podrá detenerte.

Serás como una fuerza de la Naturaleza cuando a su paso no encuentra resistencia. Aprende a distinguir aquello que es dificultad, problema, inconveniente, de esto que es contradicción. Si aquéllos te mueven o te incitan, ésta te inmoviliza en círculo cerrado.

Cuando encuentres una gran fuerza, alegría y bondad en tu corazón, o cuando te sientas libre y sin contradicciones, inmediatamente agradece en tu interior. Cuando te suceda lo contrario pide con fe y aquel agradecimiento que acumulaste volverá convertido y ampliado en beneficio.


SILO

Visto en Alcione, en el camino de la evolución


Así es como se pierde la oportunidad de vivir

Visto en Osho Maestro – Visión de Osho

Vincent Van Gogh

«No hay que ganarse el paraíso, ni pagar por él. Sólo has de aprender a disfrutarlo, eso es todo. Si sabes cómo hacerlo, entonces lo tienes disponible ahora mismo. No has de pagar por ello.

Pero nuestra mente ha sido formada por economistas y políticos, que dicen que has de pagar. Sacrifica tu infancia para educarte, para que cuando seas joven puedas tener una bonita casa, una familia, respeto, un trabajo respetable. Deberás pagar por ello, sacrificar tu infancia para cuando seas un joven adulto puedas disfrutar todos los placeres del mundo.

Pero cuando eres un adulto joven resulta que tu esposa te dice: «Contrata un seguro porque los niños están creciendo y necesitarán ayuda. Nosotros nos haremos viejos, y ¿qué haremos en la vejez?». Sacrifica ahora tu juventud en pro de la vejez, para que de viejo puedas jubilarte cómodamente. Así que sacrificas tu juventud por tu vejez. ¿Y qué harás cuando te jubiles? Tu vida habrá desaparecido preparándote continuamente para otra cosa. Y cuanto más te preparas, más hábil te vuelves en la preparación… y eso es todo. Así puedes preparar más.

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