Atina en corresponderte con aquello que alimenta al corazón
No te pierdas el Ahora por mirar tras el catalejo de los miedos el después
Quizás veas que cuanto te sea preciso conseguir, ya lo tienes ante ti.
Todo está sucediendo ahora
¿Para dónde vas?
¿A qué vienes?
¿Te darás el tiempo para darte respuesta?
El miedo es buen compadre del conformismo y de doña resignación dolores.
La ansiedad no se lleva bien con la Paz
Paz a Todos los Seres
Lo lógico sería tomar distancia de lo que desconfiamos.
Lo verdadero, acercarse al temor que sostiene las rivalidades.
Lo lógico sería poseer una pareja como esposa o esposo.
Lo verdadero, amar de forma incondicional la libertad.
Lo lógico es que lo que vemos es la realidad.
Lo verdadero es que las apariencias engañan.
Lo lógico es recibir en la medida de lo que damos.
Lo verdadero es disfrutar de cuanto hacemos.
Lo lógico sería confiar en la autoridad ajena.
Lo verdadero es tener Fe en el Uno en Todo.
Lo lógico sería tomar las certezas de la historia
Lo verdadero reconocer cuanta verdad por nosotros conocemos
Lo lógico sería preocuparse por las formas
Lo verdadero sería ocuparse de los contenidos que transportan
Lo lógico seria atender los buenos hábitos y costumbres
Lo verdadero es salir de los patrones que coartan de libertad al corazón
Lo lógico es que quienes duermen no se percaten de cuanto sucede a su alrededor
Lo verdadero es que quienes despierten no se mantengan inconscientes
Lo lógico sería que les invitara a que se postulen en este juego
Lo verdadero es que haga cada cual como les sea sincero
Ahora nos tomamos el tiempo.
Dócil conquista de héroe anónimo en su silencio,
soltando las ansias por obtener
aquello que siempre ha estado a disposición y servicio.
Aquí lo hacemos de nuevo,
permitiéndonos compartir buenos colores,
los de nuestros sueños y corazonadas fieles
en la osada concesión de permitirnos,
sin arrastrar las historias,
comenzar un canto en blanco.
Quién osaría matar la Vida
Quién osaría atrapar el tiempo entre relojes
Quién osaría detener el vuelo entre barrotes
Quién osaría si, Viendo,
se reconoce sostenido por la Totalidad
y perdido en sus derroches.
Quien ose asumirse pequeño
en correspondencia conocerá lo excelso.
Quien ose asumir su fragilidad
hará de su espíritu su fortaleza.
Quien ose asumir su inseguridad
tendrá la claridad para su paz.
Y participando ya no presumirá en controlar
aquello que por su omnipresencia se rebalsa.
Se sabrá en el movimiento continuo
permitiéndole a su calma
llevar sus pasos con plena libertad
al osar su sagrada danza.