Guerrero Espiritual

L@s Guerreros@s Espirituales No luchan Contra otras Personas, sino que se Enfrentan a Sí Mism@s para Vencer la Confusión y las Dudas de su Mente.
El guerrer@ espiritual se entrena para saber Quién es y esto Significa que cuando lo Sabe, se Desprende de todas las Etiquetas, Descubre que es Espíritu Puro, porque conecta con la Esencia de su Ser.
La Gran Sabiduría que l@s guerrer@s espirituales Guardan Profundo en su Corazón, es que Conectar con la Esencia de su Ser, es la Meta más Gloriosa por la que se puede Vivir. L@s guerrer@s espirituales Practican el Camino del Silencio, ell@s saben que Este camino, es mucho más profundo que sólo mantenerse Callado. Ell@s saben que ésta clase de Silencio, Agudiza la Mente como si fuera una Flecha para Ser lanzada al Aire.
Saben que esta Clase de Silencio es una Escalera Misteriosa que Conduce de la Tierra al Cielo, del Dolor a la Dicha, de la Inquietud a la Paz Perenne, de la Ignorancia al Conocimiento, de la Mortalidad a la Inmortalidad…

Presente

un mundo, más cuidadoso de sus cosas
dormido en sus habituadas dependencias.
una vida más cuidadosa de si misma
… dicha.
la salud de espíritu
el bienEstar del cuerpo
la mente atenta… Presente
la emoción en Paz

y aún es desatino intentar dibujar suspiros

buen viaje

con humildad…
los cambios comienzan con el paso personal,
en lo sencillo de nuestro pulso vital.
tan sólo una pequeña huella puede lograr convertirse en un trayecto,
en un gran camino
nadie llenará mi calzado
nadie hollará mis pasos
nadie, mas que yo, sentirá lo que es la propia piel sobre la piel del mundo
¿cuántos rumbos abiertos para el caminante?
¿y cuántos descansos se toma el temor?
todos los paisajes desplegados para aquel instante en que cada presencia se encuentre en la maravilla de Ver el lugar que nos es correspondiente
mas, no podrá nadie llevarte, ni siquiera a la rastra,
ni siquiera estando a mi lado podré asegurar que llegamos y estamos juntos ante el paraíso abismante que nos revela la consciencia en nuestra intimidad

sea siempre bonito nuestro peregrinar