Me acerco

Me acerco

Despacio pero me acerco
Decidido avanzo
Dejando lejos el miedo

Me acerco

Llevo conmigo lo que voy descubriendo tengo
Lo que no entorpece el paso
Lo que auspicia el vuelo

Alma, corazón, conciencia, alegría, amor,
humildad, desinterés profano, más de alguna ilusión
y el conocimiento para cosechar sueños

… me acerco.

estación sueño

Viaje nocturno en la estación sueño
Desplazando la razón consciente
Entre el paisaje simbólico abstracto.

Logro tocar magia sin igual
Descolgando los astros para habitarlos
Dejando a la distancia la frontera de aquella estrecha realidad.

Son los colores en su máxima luminosidad,
El sonido, el gesto de la más exquisita expresión.

Me dejo llevar en este viaje nocturno
Que susurra en su efímero, la sutileza
Desde la que conoce más de lo que me se yo
En donde comulga con los demás sueños para despertar.

Exploro la metáfora acorpórea
Entre sensaciones se desliza sutilmente el caos
Registrando y trajinado la carga
En onírica sincronía se fusiona la suave realidad.

Distraído me dejo llevar y atravieso el umbral
Disuelto entre imágenes varias, cruzándolas
Sobrepasándolas cuan cortinas de una entrada
Entre sacudidas abandono el cuerpo y pasó más allá
Poco a poco entro más y más profundo,
Cuando inmerso estoy en algún lugar, otra sustancia, otra corporalidad
Nuevo relato, furtivo, efímero
En que se vislumbran sabias señales para interpretar.

poco es lo que espero

En el vacío no adivino nortes o alguna señal.
Las nubes toman formas, achican la inmensidad.
Acá abajo hay primaveras de nueva y tierna escena,
poco es lo que espero más allá buscar.

En laberintos verticales se pierden ahora.
Cada quien pelea su propio aparente lugar.
Allá lejos vuelan aves que no se quieren atar.
A lo que el tiempo acomoda, suelen escapar.

Amortiguo el paso en sigiloso andar.
No me fío de esta parca vecindad.
Con la fe en alto, no puedo parar
a mirar como se pierde la oportunidad.

Acá vivo primaveras entre el triste invierno.
Se acostumbra la nobleza darse a extraviar.
Todo va a la imperfección, como plan de nadie,
como si no fuera ya suficiente de velar por el error.

Alguna vez

abrazo

Alguna vez fuimos lo que,
entre arrebatos confusos,
extravió su intención.

Alguna vez fuimos mucho más que dos,
fuimos Uno.