me llevo

Llevaré mi intento a no pisar sobre las mismas gastadas huellas
Aquellas que erráticas no aportan novedad
Voy por nuevos caminos a encontrar siempre más
Desprendiéndome, cuan serpiente, de viejas pieles.

Reencarnando cada día mi universal propósito
Desato mi balsa de toda orilla inhóspita
Aprendo que menos debo atracar para viajar más
Ya vendrán orillas que, en buena rivera, den acogida a mi presencia.

Adiestro al cuerpo

Bajo la piel, el cuerpo etéreo habita
Y a través de éste somos presencia dentro del gran misterio
Infinita existencia contenida en un cuerpo
La nave con la que nos aventuramos en esta dimensión

Olvidamos ser dioses en la torpe materia
El desafío es aprender a conducirnos desde dentro
Timón con su timonel
Navegar este inmenso océano sin perdernos

Haciendo del viento nuestro aliado y no extraviarnos en su arrebato
Hincho el corazón cuan una vela
Y me sirvo de su pasión para llevarme
Adiestro al cuerpo con coraje
Para hacer con él mi voluntad en este viaje.