Para recobrar nuestra libertad
hay que hacer un esfuerzo por recordar nuestro Origen
De dónde hemos venido,
cuál es nuestro hábitat natural.
Cómo es que nos relacionamos con él.
La ilusión se ha hecho fuerte en sostener sus apariencias,
y distraer la atención de lo esencial hacia los artificios que promueve por dependencia.
Arduo es el desafío
que no todos están dispuestos a profundizar.
«De momento, bajo los modelos del mundo, se está muy cómodo»,
aunque solloce la desazón de nuestra Alma que se sabe engañada e insatisfecha en su realización.
Hay que hacer un esfuerzo,
de acuerdo a cada quien según sus distancias,
para retornar al Paraíso perdido
al distraerse nuestra atención en la provisión externa,
la que algunos explicaron con manzanas.
El alimento del Ser que somos está dentro nuestro,
es aliento de Espíritu…
es eternidad olvidada por el fantasma del tiempo
que nos saca del Ahora continuo.
En lo lejano de nuestra enajenación cultural y social,
hemos conseguido desconocer nuestra naturaleza animal
— Animal: que posee alma,
ser dotado de respiración o del soplo vital (anima) —
Ocultándola mediante sofisticados artilugios
en rechazo a lo que somos.
Lo salvaje
— condición de ‘salvado’ —
es despreciado en tanto ignorado en su cualidad
de profunda e intima correspondencia con la Vida.
Entre lo salvaje, es imperativo recordar,
la fuente de todo nuestro sustento,
desde donde, incluso, alguna vez tomaron forma
las más desviadas ilusiones… pervirtiendo lo original.
En lo salvaje… recuerdo Alma, corazón, aliento
… mis alas!
Y no es cuestión de moral,
es sano juicio de cordura
comprender nuestro lugar en el plano de la existencia
y tomar de nuestra justa correspondencia.
El esfuerzo que se precisa, claro está,
lo dará una minoría incómoda con el desencanto
al que se habitúa el conformismo.
Lo dará toda Alma que se reconozca Inspirada
— con el Espíritu dentro —
pues sin esta alianza, el ego irá a acorralarse en sus apegos,
y podrá llamar libertad a cualquiera de sus reactivas dependencias.
Pues que no se engañe el Ser,
que se dolerá en su traición,
mas siempre contará con la oportunidad de Darse por completo
a la experiencia que nos contiene.
A la maravillosa, misteriosa y salvaje naturaleza que nos conforma.
Todo aventurado tendrá que recobrar su Visión,
gradualmente, con dedicada atención,
para reconocer aquello que le es natural
de entre el laberinto de las falaces formas
con que se levanta la amplia jaula del Mundo de Cemento
que educa en la ingenuidad ignorante que le hace posible mantenerse vigente,
y retornar su participación, con sabia inocencia,
al libre hábitat del gran organismo que conformamos,
llamado Tierra.
Llamaronle Planeta = errante,
mas, errante es quien desconoce su lugar,
que de seguro el planeta lo tiene claro,
evidencia su posición y trayecto,
su Juego dentro de la configuración cósmica.
Por principio…. Somos Gente de la Tierra
— mapuches —
Por continuidad… nuestra correspondencia… las que cada quien elija.
Por naturaleza de Espíritu… Libres.
Por fin… Eternidad.
∴ Paz, Amor y Realización a todos los Seres