atenta consciencia…
que nuestra espiritualidad no sea obstáculo para el Espíritu…
hazlo sencillo
— sin·ser·la·mente —
acecha lo esencial
no te rindas a los cachivaches del mercadillo de las apariencias
la Libertad prescinde de artificios
con el pensamiento desNudo
el corazón a sus anchas vuelve a entonar los cantares velados en el tiempo
TUM!
AUM!
SO HUM!
nuestro rezo,
una flecha cierta al Cielo
abriendo el surco de nuestra alta intención
por los caminos de paso amable
y, antes que ir a des·tino… Quieto!
Acicalando el Intento,
en su templo,
el testigo inefable saborea el Silencio
Sea tuya la voluntad y su sentido
por las dimensiones de lo salvaje,
los dominios en que aún se está a salvo
del pillaje de lo mundano en sus hábitos carroñeros.
mientras aún sopla el aliento
se pronuncia la virtud de nuestra inspiración
para afinar el tino en el ‘Altar’
verbo a conJugar para componer el Alto Sueño
la Vida nos concede lo mejor al dotarnos de ella
y toda renuncia, en su poder,
le pone por sobre todo.
Honrando el privilegio de consciencia
tomo el paso nómade
la libertad decide…
no·más·de aquello que le desconoce
ayüno de los excesos en que nos deshacemos por desconocimiento
inhalo
exhalo
ensueño
y amo con el poder de amar ∞mente
soy påz
dócil arrebato de instates