cuerpo de guitarra, corazón de canción

mi guitarra

Reconozco en ti, amiga fiel
la paciencia en espera de mi voz.
No apresuras nada, cuando a veces yo,
atarantado intento tomarte de manos atadas.
Y ahí tu me esperas,
con tu amable temple me observas.
Me acerco a ratos para interpretar alguna de tus melodías.
Tomo tu parte de canción, te propongo yo mi voz
y me descubro creyéndome compositor
cuando tan sólo te hice compañía.

Publicado en 2007, POESÍA y etiquetado .

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *