«El Intento de los Chamanes Toltecas que vivieron en tiempos remotos sigue funcionando impecablemente. La Rueda del Tiempo se mueve inexorablemente a nuestro alrededor, obligándonos a mirar en surcos de los que no es posible hablar y mantener la coherencia. La inmensidad del mundo, ya sea el mundo de los Chamanes o el de los seres humanos corrientes, es tan evidente que únicamente una aberración nos impediría percibirla. Intentar explicar a unos seres aberrantes lo que es andar extraviado por los surcos de la Rueda del Tiempo es la cosa más absurda que podría emprender un Guerrero. En consecuencia, el Guerrero se asegura de que sus viajes sean propiedad únicamente de su condición de Guerrero.»
— Don Juan Matus, Sabiduría Tolteca
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