No quiero tomarte. Quiero acompañarte.
Quiero que seamos espejo de nuestra dicha.
Es lo que deseo.
Armonizar con la vida nuestras vidas en bella sincronía.
Caminar el sendero del conocimiento como guerreros.
Enarbolando el Amor en nuestra felicidad.
Que nuestra voz sea canto para bailar los días en la infinita posibilidad/potencial de cada instante.
Abrazarnos con la vida en grata entrega, agradecida.
No olvidar en el hacer lo que nos hacemos
ni olvidar de nuestras omisiones cuanto nos postergamos.
Ocupémonos de la vida y su misterio.
No para resolverlo en capricho arrogante,
sino para sentirlo y participar de lo bendito.
Seamos espejo de lo divino.
Si tu tienes luz a tu alcance, refléjala hacia mi que yo haré lo mismo
y así en todas direcciones cuando seamos estrella.