Mi enredado corazón
de tus labios se ha prendado.
Del sabor de tu inocencia
que esquivamente has convidado.
No tiene remedio
mi paciencia que se enferma
al jugar por las noches
a adelantar los relojes.
Espero no me robe el tiempo
en donde se dé el episodio
que entre abrazos de amores
platiquen los corazones