Hoy el invierno nos enseñó su corazón
en la simpleza de las cosas
en la sencillez de darnos un momento para disfrutar
sin nombres, sin pasado, sin diferencias
en lo que somos Uno
seres amables, jugando el efímero regalo del tiempo.
Adultos que recuerdan ser niños
Noble prueba en la que nos pilla el destino… jajAJa
Cuando de manto blanco se cubrió la acostumbrada apariencia
se descubrió el caluroso tesoro que compartimos.