Ilustración de Gaia
Se rumorea, con la vergüenza de advertir cobardía de voluntad entre los precavidos, que había de aquel quien, enfermo de sobre estimación del Amor, había incurrido en saberse hijo de Dios, y reconocerse Divino. Más aún, en tal justificación y desverguenzura, romper sin culpas las tradiciones y rutinas de quienes en amor le habían concedido lo que él sostenía ser su pasantía por la existencia.
Se declaraba Amoroso, mas era un rebelde mal criado. Se manifestaba Piadoso, pero su modo de Ser nos sabía tan mal como lo a echo siempre la buena medicina.