el método del “Yo Soy”

Visto en la comunidad Osho Akeed
alienadosCuanto más real te vuelves dentro de ti, más irreal se vuelve el mundo circundante. La realidad se vuelve «yo», y el mundo se vuelve irreal. El mun do es real o el «yo» es real: ambos no pueden ser reales. Ahora estás sintiendo que sólo eres un sue­ño; entonces el mundo es real. Cambia el énfasis. Vuélvete real, y el mundo se volverá irreal.

Gurdjieff trabajó con este método continua mente. Su principal discípulo, P. D. Ouspensky, cuenta que cuando Gurdjieff estaba trabajando con él con este método, y llevaba tres meses practicando continuamente este recuerdo de «yo soy, yo soy, yo soy», después de tres meses, todo se detuvo. Sólo una nota permaneció dentro como una música eterna: «Yo soy, yo soy, yo soy.» Pero entonces esto no era un esfuerzo. Era una actividad espontánea que continuaba: «Yo soy.» Enton­ces Gurdjieff le dijo a Ouspensky que saliera de la casa. Durante tres meses, lo había mantenido en la casa y no se le permitía salir.

Entonces Gurdjieff dijo: «Ven conmigo.» Es taban viviendo en una ciudad rusa, Tiflis. Gurd jieff le dijo que saliera, y se fueron a la calle. Ous pensky escribe en su diario: «Por primera vez pude comprender lo que Jesús quería decir cuando dijo que el hombre está dormido. La ciudad entera me pareció como que estaba dormida. La gente se movía dormida; los tenderos estaban vendiendo dormidos; los clientes estaban comprando dormi dos. Toda la ciudad estaba dormida. Miré a Gurd jieff: sólo él estaba despierto. La ciudad entera esta ba dormida. Estaban enfadados, estaban peleando, estaban amando, comprando, vendiendo, haciendo de todo.»

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no decidir también es decidir

Extracto del texto Conversaciones con Dios del autor Neale Donald Walsh
En resumidas cuentas, te estoy demostrando que el mundo existe tal como es porque ustedes lo han decidido. Estan destruyendo sistemáticamente su propio medio ambiente, y luego consideran los llamados desastres naturales como una evidencia de una broma cruel de Dios, o de la violencia de la naturaleza. Son ustedes mismos quienes se han gastado esa broma, y son ustedes los crueles.

Nada, nada en absoluto es más amable que la naturaleza. Y nada, nada en absoluto ha sido más cruel con la naturaleza que el hombre. Pero eluden cualquier compromiso, niegan toda responsabilidad. No es culpa suya, dicen, y en eso tienen razón. No es una cuestión de culpa, sino de decisión.

Pueden decidir poner fin a la destrucción de sus selvas mañana mismo. Pueden decidir que se detenga la reducción de la capa de ozono que cubre su planeta. Pueden decidir suspender el continuo ataque a su ingenioso ecosistema terrestre. Pueden tratar de formar de nuevo el copo de nieve -o al menos detener su inexorable fusión-; pero ¿lo harán?

Del mismo modo, mañana mismo pueden poner fin a todas las guerras. Sencillamente, fácilmente. Lo único que hace falta -lo único que siempre ha hecho falta- es que se pongan de acuerdo. Pero si ustedes no se pueden poner de acuerdo en algo tan sencillo como acabar con el asesinato del otro, ¿cómo piden al cielo, agitando los puños, que ponga su vida en orden?

Yo no haré nada por ustedes que ustedes no hagan por ustedes mismos. Esa es la ley y los profetas.

El mundo es como es por causa de ustedes y de las decisiones que han tomado, o dejado de tomar.
(No decidir también es decidir.)

La Tierra es como es por causa de ustedes, y de las decisiones que han tomado; o dejado de tomar.

Su propia vida es como es por causa de ustedes, y de las decisiones que han tomado; o dejado de tomar.

la pequeña alma y el sol

Extracto del texto Conversaciones con Dios del autor Neale Donald Walsh
transmutacion
[Dios relata] Había una vez un alma que sabía que ella era la luz. Era un alma nueva, y, por lo tanto, ansiosa por experimentar. «Soy la luz -decía-. Soy la luz.» Pero todo lo que supiera al respecto y todo lo que dijera al respecto no podía sustituir a la experiencia. Y en la esfera de la que surgió esta alma no había sino la luz. Todas las almas eran grandiosas, todas las almas eran magníficas, y todas las almas brillaban con el brillo imponente de Mi propia luz. Así, la pequeña alma en cuestión era como una vela en el sol. En medio de la más grandiosa luz -de la que formaba parte-, no podía verse a sí misma, ni experimentarse a si misma como Quien y Lo Que Realmente Era.

Sucedía que esta alma anhelaba una y otra vez conocerse a si misma. Y tan grande era su anhelo, que un día le dije:

-¿Sabes, Pequeña, qué deberías hacer para satisfacer este anhelo tuyo?

-¿Qué, Dios Mío? ¡Quiero hacer algo!- me dijo la pequeña alma.

Debes separarte del resto de nosotros –respondí- y luego debes surgir por ti misma en la oscuridad.

-¿Qué es la oscuridad, oh, Santo?- preguntó la pequeña alma.

-Lo que tú no eres – le respondí y el alma lo entendió.

Y eso hizo el alma, apartándose del Todo, e incluso yendo hacia otra esfera. En esta esfera el alma tenía la facultad de incorporar a su experiencia todo género de oscuridad. Y así lo hizo.

Pero en medio de toda aquella oscuridad, gritó:

-¡Padre, Padre! ¿Por qué me has abandonado?

Igual que ustedes en sus momentos más negros. Pero Yo nunca les he abandonado, sino que estoy siempre a su disposición, dispuesto a recordarles Quiénes Son Realmente; dispuesto, siempre dispuesto, a recibirlos en casa.

Así pues, sé la luz en la oscuridad, y no la maldigas.

Y no olvides Quién Eres mientras dura tu rodeo por el camino de lo que no eres. Pero alaba la creación, aunque trates de cambiarla.

Y sabe que lo que hagas en los momentos de mas dura prueba puede ser tu mayor triunfo, ya que la experiencia que creas es una afirmación de Quién Eres, y de Quién Quieres Ser.

Te he explicado esta historia -la parábola de la pequeña alma y el sol- a fin de que puedas entender mejor por qué el mundo es como es, y cómo puede cambiar en un instante en el momento en que cada uno recuerde la divina verdad de su más alta realidad.

Ahora bien, hay quienes dicen que la vida es una escuela, y que todo lo que uno observa y experimenta en su vida es para que aprenda. Ya he hablado de ello antes; pero nuevamente les digo:

No han venido a esta vida a aprender nada; sólo tienen que manifestar lo que ya saben. Al manifestarlo, lo realizaran y se crearán a ustedes mismos de nuevo, a través de su experiencia. Así pues, justifiquen la vida y dótenla de objetivo. Háganla sagrada.

camino hacia lo infinito

«La rueda del tiempo», selección de citas de la obra de Carlos Castaneda visto en aMok

camino hacia lo infinito
Sentirse importante lo hace a uno pesado, torpe y banal. Para ser un guerrero se necesita ser liviano y fluido.

Enfadarse con la gente significa que uno considera que los actos de los demás son importantes. Es imperativo dejar de sentir de esa manera. Los actos de los hombres no pueden ser lo suficientemente importantes como para contrarrestar nuestra única alternativa viable: nuestro encuentro inmutable con el infinito.

Cualquier cosa es un camino entre un millón de caminos. Por tanto, un guerrero siempre debe tener presente que un camino es sólo un camino; si siente que no debería seguirlo, no debe permanecer en él bajo ninguna circunstancia. Su decisión de mantenerse en ese camino o de abandonarlo debe estar libre de miedo o ambición. Debe observar cada camino de cerca y de manera deliberada. Y hay una pregunta que un guerrero tiene que hacerse obligatoriamente: ¿Tiene corazón este camino?

Todos los caminos son lo mismo: no llevan a ninguna parte. Sin embargo, un camino sin cora­zón nunca es agradable. En cambio, un camino con corazón resulta sencillo: a un guerrero no le cuesta tomarle gusto; el viaje se hace gozoso; mientras un hombre lo sigue, es uno con él.

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