Distinta es la actitud frente a la vida y a las cosas cuando la revelación interna hiere como el rayo.Siguiendo los pasos lentamente, meditando lo dicho y lo por decir aún, puedes convertir el sin-sentido en sentido. No es indiferente lo que hagas con tu vida. Tu vida, sometida a leyes, está expuesta ante posibilidades a escoger. Yo no te hablo de libertad. Te hablo de liberación, de movimiento, de proceso. No te hablo de libertad como algo quieto, sino de liberarse paso a paso como se va liberando del necesario camino recorrido el que se acerca a su ciudad. Entonces, “lo que se debe hacer” no depende de una moral lejana, incomprensible y convencional, sino de leyes: leyes de vida, de luz, de evolución.
He aquí los llamados “Principios” que te pueden ayudar en la búsqueda de la unidad interior.
- Ir contra la evolución de las cosas es ir contra uno mismo.
- Cuando fuerzas algo hacia un fin produces lo contrario.
- No te opongas a una gran fuerza. Retrocede hasta que aquella se debilite, entonces avanza con resolución.
- Las cosas están bien cuando marchan en conjunto, no aisladamente.
- Si para tí están bien el día y la noche, el verano y el invierno, has superado las contradicciones.
- Si persigues el placer te encadenas al sufrimiento. Pero, en tanto no perjudiques tu salud, goza sin inhibición cuando la oportunidad se presente.
- Si persigues un fin, te encadenas. Si todo lo que haces lo realizas como si fuera un fin en sí mismo, te liberas.
- Harás desaparecer tus conflictos cuando los entiendas en su última raíz, no cuando quieras resolverlos.
- Cuando perjudicas a los demás quedas encadenado. Pero si no perjudicas a otros puedes hacer cuanto quieras con libertad.
- Cuando tratas a los demás como quieres que te traten, te liberas.
- No importa en qué bando te hayan puesto los acontecimientos, lo que importa es que comprendas que tú no has elegido ningún bando.
- Los actos contradictorios o unitivos se acumulan en ti. Si repites tus actos de unidad interna ya nada podrá detenerte.
Serás como una fuerza de la Naturaleza cuando a su paso no encuentra resistencia. Aprende a distinguir aquello que es dificultad, problema, inconveniente, de esto que es contradicción. Si aquéllos te mueven o te incitan, ésta te inmoviliza en círculo cerrado.
Cuando encuentres una gran fuerza, alegría y bondad en tu corazón, o cuando te sientas libre y sin contradicciones, inmediatamente agradece en tu interior. Cuando te suceda lo contrario pide con fe y aquel agradecimiento que acumulaste volverá convertido y ampliado en beneficio.
SILO
Visto en Alcione, en el camino de la evolución