Somos lo que Creamos que Somos

«Somos lo que Creamos»
¿qué tienes en mente?
si hay algo que quieras mejorar… ordena y limpia la casa de sus memorias limitantes

«Como es arriba es abajo; como es dentro es fuera»
…de lo sutil a lo denso…

Acecha tus rutinas, puede que te tengan atrapado.

El tiempo es propicio para dejar caer las hojas secas y preparar sus primaveras. ¿algo que podar mi buen jardinero?

Lo que habita en nuestra mente, de alguna u otra forma se representa en nuestra realidad.

La realidad es reflejo de nuestras creencias, nuestras memorias, nuestros acuerdos, los apegos, las certezas, los dolores del pasado que no se han aliviado.

Todo lo bueno reconocerás que se presenta con grata sorpresa o bien con la calma de habitarle en paz.

Así bien, si crees en el desamor… este te rondará
Si crees en el Amor… éste se manifestará en tu experiencia y de seguro vendrá a probar toda estrecha concepción y a remover toda certeza sobre su tan magnífica como ignorada verdad.

Todo tomará lugar en tu paisaje en correspondencia con lo que alberga tu mente.

Carencia o abundancia, salud o enfermedad, desarmonía o armonía…

Permite que suceda lo nuevo liberando los viejos patrones que condicionan la realidad para entrar en dimensiones de incondicionalidad en todas tus relaciones.

El Universo entero te espera.

Somos lo que creamos que somos.

Aquello que ocupa tu mente vendrá a tu realidad.

La duda sólo recrea ambigüedades.

Los resabios de tu pasado te acompañarán hasta cuando sepas darle las gracias por su compañía y despedirles para permitirte lo nuevo, el presente.

lo siento – perdón – gracias – te amo
(Ho’oponopono)

Corrige el error que da origen a la ilusión… ya sólo con la intención de hacerlo ya das un gran paso para la liberación de sus condicionamiento. Un intento sincero.

Ve por la senda de la impecabilidad, de la libertad total.

Permite el Vacío que pueda ser colmado de novedad.

Cuando la realidad se reitere en sus formas, sabrás que hay una lección que aún debes aprender. Algo oculto tras su apariencia para ser develado que se acerca para permitirte trascender las limitaciones ilusorias y dotarte de su sabiduría.

La experiencia sólo requiere de tus decisiones.
De tu propia voluntad y propósito dependen los desafíos de tus pasos.

Si de la vida nada nos podemos llevar
¿será que sólo hemos venido a reconocernos por medio de las experiencias?
¿Quienes somos en tal o cuales circunstancias?

Se el reflejo de tus Creencias… discierne de ellas con tu sincero Sentir.

El Sueño de tu realidad se corresponde con lo que sostiene la mente, con el Intento de tu Voluntad.

Que en tu mente hayan menos espinas y más flores;
que el pensamiento como un ave te señale siempre nuevos y bondadosos paisajes en el cielo amplio que te permitas.

Pon el corazón en todo.
Vive con propósito.

Empodera tus recursos, que sean tuyos:
cuerpo – mente – espíritu

La Verdad nos hace Libres
«Quien controla tu tiempo controla tu mente»

Somos Conciencia

Somos conciencia
nuestra atención enfocada da vida,
distraída, se pierde
el trabajo así le usa
la esclavitud es eso,
nuestra atención fija, trabada, en aquello que nos distrae de la vida

Somos conciencia
atendiendo la totalidad
más que las parceladas realidades,
las ilusiones

Somos conciencia
somos totalidad
perdidos en los engaños de nuestra mente
y aunque hay realidades que matan
también hay otras que nos devuelven de la muerte
nos despiertan, nos despabilan
nos recuerdan la cualidad del tiempo
que pese a todo, siempre pasa
y continúa su marcha sin volverse sobre sus pasos
mas si proponiendo siempre uno nuevo
para aquellos que recuerdan danzar
lo sagrado de nuestro gesto con la Libertad

Indio (en-dios)
no concibo menos que todo
la libertad del nahual respira en nuestro oído
secreteando su misterio

Silencio Interior

Casi todas, si no que todas las disicplinas espirituales,
convergen en una práctica fundamental para el desarrollo de nuestra consciencia de Ser existencial;

en la meditación silenciosa como medio para la comprensión interior de nuestro sentido y propósito en la vida.

Pero sabremos lo difícil que resulta siempre en primera instancia adentrarse en un estado de silencio sostenido en el tiempo, para alcanzar con ello estados meditativos. Luego la práctica hace de estos estados más deseados como habituales, siendo espacios que nos procuran armonía en los más diversos niveles de nuestra experiencia, llegando en algún grado mayor a concedernos estados de plenitud cada vez más constantes.

Es difícil pues lograr este silencio interior, si entendemos las operaciones de nuestra mente.

Veremos que lo que sucede en la meditación, es potenciado por nuestro hemisferio derecho del cerebro (intuitivo, irracional, subjetivo, sincrónico, etc.), el que está muchas veces gobernado por la actividad de nuestro hemisferio izquierdo (controlador, racional, objetivo, crónico, etc.).

Nuestro hemisferio derecho es el trampolín para alcanzar un estado meditativo — puesto que tampoco es ahí donde ellos se conciben — , y el hemisferio izquierdo suele operar como represor del impulso de nuestro Intento por entrar de lleno en lo inasible, y por ello incontrolable.

Nuestro Intento es bien como un niño que desea saciar su curiosidad, quiere experimentar la vida que se le ha otorgado, por ello se le conoce como nuestro Niño Interno. Mas el represor es un gobernante que ha aprendido del miedo y sus herencias, los impedimentos del más diverso tipo para cobrar sumisa obediencia. Claro está, nuestro entorno socio-cultural ha facilitado los modeladores que procuran esto sea así, al borde de la ceguera total.

Y claro, nuestro Niño Interno no se quedará tranquilo, si bien podamos haberle puesto bajo aparente control y domesticado el cuerpo, su Intento se manifestará en desordenes de todo tipo; ansiedad, enfermedad, estrés, insatisfacción, resignación, apatía, etc., etc. El Niño haciendo sus berrinches y pataletas.

Al igual que un niño tratado por un adulto impaciente, puede que se quede sin respuestas a sus naturales y justos cuestionamientos: ¿Y para qué es esto? ¿Y cómo es esto?

Su curiosidad es el mecanismo original para conducir el despertar de su conciencia hacia nociones de verdad que le concedan siempre mayor libertad, sólo a través del ejercicio de preguntarse y responderse, luego tan sólo recordar, pues se hace natural nuestra coexistencia.

¿Y qué hacer para poder conseguir Silencio Interior?

Sugiero no reprimir el diálogo interno, aunque esto si sea lo que pretendamos conseguir
…. eh! sin pretención

Se como aquel mayor que con su amable pazciencia concede tiempo y dedicación a contestar las inquietudes de ese Niño.

Préstale atención a tu diálogo interno con amorosa responsabilidad, pues lo que se precisa es eso mismo:
… asumir la habilidad de responder asertiva y empaticamente a sus dudas… con Amor

Recuerda, serás el mayor, por lo que no te dejes llevar por sus embrollos mentales y si procura conducir el diálogo impecablemente con la actitud de acecho de un interrogador que busca dar con los cabos sueltos.

Así la búsqueda del silencio se tornará en un nutritivo diálogo para ir despejando el camino de la inquietud al conceder mayor paz a las ansias sostenidas por la ignorancia que ha promovido el tiempo, cobrado en atender más afuera que dentro la experiencia de esta realidad, lugar, este último, donde se gesta y desarrolla nuestra consciencia.

Camina por el sendero del Silencio Interior, sin competir con su primera aparente imposibilidad.
Ya sólo intentarlo sostenidamente irá liberando aquella energía que la mente le ha dedicado en cubrir sus vacíos.

Busca el Silencio como puente hacia el ordenamiento de la realidad.

Luego no será extraño escuchar las voces de nuestros ancestros que habitan en algún lugar dentro de ti, conversando de las mismas interrogantes acerca de nuestro origen, velando por trascender su sabiduría que es la nuestra.

Concédete la oportunidad de reescribir desde el blanco, la partitura de tu canto sagrado y celebra la bendita oportunidad.

Prevalezca la Paz
Somos el cambio vemos manifestarse en nuestra realidad.

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«El Arbol gana en altura, al igual que el pensamiento,
cuando sigue y potencia aquella ramificación que más se acerca a la luz y su más alto ideal, sin olvidar por ello sus raíces»

El Arbol de la creatividad da frutos de Vida