«Tres objetivos persigue esta obra. Primero, desplazar el punto focal de la conciencia de sí del lector hacia un nivel más elevado, más próximo a la Divinidad. Segundo, liberarle de las limitaciones que su mente occidental le ha puesto. Para ello se le propone manejarse con una especie de «koan» irracional: «la realidad que vives es la que imaginas».
Tercero y principal, que, consciente de suDivinidad y liberado de condicionamientos paralizantes, pueda tener un acceso mayor a la realización de sus anhelos, para lo cual deberá entregar su ayuda a su mundo objetivo (nuestro planeta) y contribuir en su perfeccionamiento.
Esto hace necesario que deje de prestar su mente para la creación del «fin del mundo» en el que tanta gente anda involucrada, colaborando en su posibilidad de realización con el sólo hecho de pensar y creer en él; no olvidemos que el temor a la depresión económica de los años treinta fue el factor decisivo que la causó.
Bueno, si tienes ganas de activar ciertas neuronas que no has utilizado jamás, ven, te invito a transitar por mágicas dimensiones de la mente.»
— «El Maravilloso Universo de la Magia», de Enrique Barrios