Del país de la existencia
habitando el territorio humano
contemplando los paisajes del misterio
registrando la experiencia desde el palpito del corazón
intentando comprender el cómo sin ninguna pretensión,
sólo por diversión
por sentida y atenta compasión.
Del gobierno de la conciencia
por el régimen de la Verdad
con la administración de mis recursos:
pensamiento, palabra y acción;
cuerpo, emoción, mente y espíritu;
ego y alma;
malestar y bienestar.
Dilucido entre la noche la ilusión en que se recrean los días,
y lo cierto es que soy tan efímero como el tiempo
en que la creación me insufló entre suspiros
dotándome de la oportunidad para peregrinar
por las huellas, en justicia, delebles,
de los parajes de nuestra naturaleza emocional
siempre en tránsito por los instantes que se hacen vida.
«cosmos es arriba, cosmos es abajo»